Los restos fueron hallados junto al cráneo de un niño, aparentemente sacrificado, y otros valiosos objetos.

«Estamos bastante seguros de que es el rey, porque tenemos este gran jarrón con el nombre de un rey muy importante de una ciudad cercana que controlaba esta», afirmó el arqueólogo Francisco Estrada-Belli al medio británico, y agregó que solo los monarcas de la civilización podían poseer ese tipo de objetos.
Además, las osamentas fueron halladas junto al cráneo de un niño, aparentemente sacrificado, y otros objetos valiosos que sugieren el estatus prominente de esos seres.
Los especialistas también visitaron pirámides previamente desconocidas ubicadas fuera de la ciudad de Witzna, al norte del país centroamericano.
En la zona encontraron señales de ataques perpetrados en el sitio, edificaciones destruidas, quemadas, y monumentos con imágenes de reyes desfigurados, lo que sugiere un elevado nivel de conflicto durante siglos. «Hay una sensación de miedo casi palpable en este paisaje», sostuvo Stephen Houston, arqueólogo de la Universidad de Brown.
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