
El INAH y la SEMARNAT presentan la muestra El Escudo Nacional. Flora, fauna y biodiversidad, que ofrece una lectura humanística y científica de los elementos distintivos del símbolo patrio.
En ella se reúnen 390 objetos alusivos a la insignia desde: objetos arqueológicos, taxidermias, esculturas, pinturas, textiles, publicaciones periódicas y numismática.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través del Museo Nacional de Antropología presenta, del 3 de marzoal 28 de mayo de 2017, la exposición Escudo Nacional. Flora, fauna y biodiversidad, en la sala de Exposiciones Temporales de este recinto.
Esta exhibición muestra un proyecto multidisciplinario de colaboración entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). El primero, es el organismo encargado de conservar, difundir e investigar el patrimonio arqueológico, antropológico, histórico y paleontológico de México; la segunda Secretaría, cuyo propósito fundamental es fomentar la conservación, protección y restauración de los ecosistemas y recursos naturales, bienes y servicios ambientales, con el fin de propiciar su aprovechamiento y desarrollo sustentable.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), buscan que el público nacional y extranjero, conozca a profundidad el emblema patrio cuyo diseño integra más elementos biodiversos que ninguno en el mundo.
Sobre el emblema nacional mexicano existe un preciado legado material de objetos arqueológicos, artísticos, documentales, históricos y numismáticos en los que aparece plasmado alguno o el conjunto de los elementos que dan lugar a su iconografía. Dicha permanencia gráfica permite reconstruir parte de los orígenes y la historia del nacionalismo mexicano, a la vez que favorece la oportunidad de hacer un recorrido cronológico por las múltiples representaciones visuales de una insignia que ha permanecido de una u otra forma por más de seiscientos años.
“Se busca que los visitantes puedan ver y entender cómo es la flora y fauna del escudo, cuál es su hábitat y de qué forma pueden ayudar a su conservación”, destacó la historiadora Cora Falero Ruíz, al indicar que la museografía contará con recursos multimedia en los que biólogos y otros especialistas detallarán la trascendencia que cada elemento de la insignia –águila, serpiente, nopal, peña y agua; además del laurel y el encino, que no son especies endémicas– tiene dentro de los ecosistemas del país y la iconografía del símbolo.
La exposición se divide en ocho apartados, donde es resaltada la presencia del Teocalli de la Guerra Sagrada, un monolito del período Posclásico Tardío (1250-1521 d. C.), además del simbolismo dado a las citadas especies, del mito según el cual Huitzilopochtli extrajo en batalla el corazón de su sobrino Copil, para luego arrojarlo al lago y hacer brotar el tunal sobre el cual se posaría un águila; señal que su pueblo reconocería para fundar México-Tenochtitlan.
El segundo apartado da cuenta del arraigo que el águila y la serpiente tuvieron durante el virreinato, al grado que su representación se hizo parte de la iconografía del catolicismo impuesto.
Los cuatro apartados siguientes refieren los numerosos cambios que presentó el escudo durante el llamado siglo de la Independencia, desde el águila coronada en los emblemas de Agustín de Iturbide y Maximiliano hasta las estampas liberales de la época juarista. Por otra parte, también se hace referencia a las alegorías usadas por artistas, escultores y pintores para fortalecer el nacionalismo y la parafernalia (billetes, monedas, libros y otros objetos) que fueron difundidos entre la población.
El tema seis se centra en la recuperación que hacia finales del siglo XIX se hizo del pasado indígena de México. En el apartado siete, se retoma el papel que Venustiano Carranza tuvo en la definición de un nuevo Escudo Nacional. Esto, al decretar el 24 de septiembre de 1916 que sería un único modelo creado por los artistas Jorge Enciso y Antonio Gómez, el que circularía en billetes, documentos oficiales y monedas.
De esta forma, la exposición, donde también se contará con una sala lúdica y material para personas con debilidad visual, cierra con la última modificación hecha al emblema cuando en 1968 se comisionó al muralista Francisco Eppens para dar una actitud más fiera al águila real y la serpiente.
El conjunto de objetos arqueológicos alusivos a la simbología mexica, la presencia del arte virreinal delator de la continuidad y la fusión de dos lenguajes gráficos y culturales dispares, la exaltación patriótica de los escudos, las banderas y la parafernalia de una patria en consolidación, así como la oficialización de un emblema en los albores del siglo XX, son parte de los temas aquí reunidos.
Escudo Nacional. Flora, fauna y biodiversidad, se presenta en la sala de Exposiciones Temporales del MNA, ubicado en Paseo de la Reforma y Gandhi s/n, Bosque de Chapultepec. En un horario de martes a domingo, de 9:00 a 19:00 horas. La entrada es gratuita.
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